miércoles, 18 de junio de 2008

La peor promoción

Año 1983. El mundo del arte lloraba a Joan Miró, la Argentina aplaudía el retorno de la democracia y quien escribe nacía y daba sus primeros pasos en su vida. ¿Qué más pasaba? Nada, dirán algunos ancianos tristes y desolados, dejando entrever una lágrima corriendo por sus mejillas. Mucho, diremos otros. Lo cierto es que el 18 de Diciembre de 1983, al finalizar el torneo Metropolitano de aquel año, Racing Club de Avellaneda descendía a la segunda división del fútbol argentino, al tiempo en que dejaba de ser grande, para convertirse en un pedazo de pasado, arrugado y desteñido.
Llegando al final del presente año, el equipo celeste y blanco de de localidad de Avellaneda, estaría cumpliendo 25 de años de aquel suceso, si no fuera por su desaparición bajo la forma del gerenciamiento hace un par de años. Sin embargo podemos felicitar a su continuadora Blanquiceleste S.A. por el cuarto de siglo de tal importante suceso.
Ahora bien, no todo es recuerdo señores, claro que no. Lejos de ser una chicana perdida en los confines de los 80, el fantasma del descenso vuelve a acechar a la Academia. El próximo domingo a las 16:00 horas va a estar midiéndose con Colon, en Santa Fe, por un lugarcito en la promoción. A juzgar por el presente Racinguista, y por su carácter de difunto en vida, no queda del todo claro si jugar el partido decisivo en el “cementerio” de los elefantes le juega a favor o en contra, pero lo que si es seguro es que el panorama no es el mejor. 3 posibilidades: Ganar, empatar o perder. Las matemáticas pueden ser duras: 33% de posibilidades para Racing de salvarse de jugar la promoción: GANAR, 66% de posibilidades de jugarla: EMPATAR o PERDER, la realidad puede ser peor: Racing llega a jugar el partido decisivo con uno de los peores equipos que su historia pudo haber soportado, y eso es demasiado decir si consideramos la historia de dicho club.
Tal vez Racing gane su partido el domingo, puede ser. Tal vez el lunes me coma mis palabras, podría ocurrir. Pero nadie podrá negarme la semana que viene, sea cual sea el resultado, que Racing Club de Avellaneda estuvo toda la temporada luchando por no descender a la segunda división, con la calculadora como espada, peleando cabeza a cabeza (y hasta la última fecha) con San Martín de San Juan, Olimpo de Bahia Blanca y Gimnasia de Jujuy, mientras miraba de reojo como se barajaban los primeros puestos del nacional. Sin importar lo que me digan, Racing Club de Avellaneda estuvo toda la última temporada jugando en la B, o con la cabeza puesta allí. El domingo se definirá si sigue en dicha categoría, o si asciende a la primera división del futbol grande. El tiempo dirá…

1 comentario:

Fernando dijo...

Objetiva y tendenciosamente malvado.